Días después del desafortunado suceso, el sol de la media tarde devolvió por un rato la calidez al barrio, y los vecinos contribuyeron para que el calor se quedara haciéndose presentes en el hogar de Fátima, adonde también llegó de visita el actor paraguayo Arnaldo André y una comitiva con representantes del Inadi y del Ministerio de Justicia. Expresaron su solidaridad a la pequeña y manifestaron su preocupación por la violencia que la convirtió en víctima.
El frío del miércoles pasado caló más hondo que nunca en la frágil figura de la pequeña y dulce Fátima. Siempre se adelantaba para salir primera de la Escuela 125 de Villa Ponzatti y no cruzarse con el grupo de compañeros que siempre la hostigan por ser extranjera, pero ese día el azar hizo que se atrasara y perdiera el micro que la devolvía diariamente sana y salva a su hogar en Villa Elvira. Con el escalofrío recorriendo su cuerpo, en la espera del siguiente colectivo sucedió lo que intuía: recibió insultos de sus compañeros por ser paraguaya, y golpes que le imprimieron una cicatriz sobre su frente y la obligaron a recurrir a un cuello ortopédico.
“Esta situación no es nueva”, aseguró Isabelino, el tío de la niña discriminada. “Desde marzo de este año que Fátima venía advirtiendo y el año pasado también habíamos tenido casos de violencia verbal y física hacia nenes paraguayos del barrio”, indicó a Diagonales mientras los vecinos del barrio se acercaban paulatinamente al hogar de Fátima. Algunos sentados en el medio de la calle de tierra en sillas plásticas, otros parados conversando en guaraní, un puñado adelante de las banderas paraguayas que se exhibían colgando del alambrado que separa entre sí a las casillas del humilde barrio. “Esta no es una cuestión política. Venimos movilizados, por nuestros derechos y para defender la humanidad de la gente”, expresó Estela, un de las vecinas que se acercó de manera espontánea.
“Esta situación no es nueva”, aseguró Isabelino, el tío de la niña discriminada. “Desde marzo de este año que Fátima venía advirtiendo y el año pasado también habíamos tenido casos de violencia verbal y física hacia nenes paraguayos del barrio”, indicó a Diagonales mientras los vecinos del barrio se acercaban paulatinamente al hogar de Fátima. Algunos sentados en el medio de la calle de tierra en sillas plásticas, otros parados conversando en guaraní, un puñado adelante de las banderas paraguayas que se exhibían colgando del alambrado que separa entre sí a las casillas del humilde barrio. “Esta no es una cuestión política. Venimos movilizados, por nuestros derechos y para defender la humanidad de la gente”, expresó Estela, un de las vecinas que se acercó de manera espontánea.
COMPASIÓN. “Arnaldo André, el paraguayo más famoso de la Argentina”, lo saludó Sebastián, de los más viejos del barrio, ni bien el actor pisó tierra villaelvirense. Una mujer se le acercó para darle un beso e intercambiar palabras en guaraní. André buscó con su mirada a Fátima y cuando la encontró, la abrazó y le dijo que se abrigue porque si pesca un resfrío con el cuello ortopédico estornudar le va a causar dolor. Rieron mientras caminaron varios metros hacia la casa de la pequeña. Una vez allí, el actor paraguayo le aconsejó que no deje sus estudios y apueste a su sueño profesional para llegar a ser abogada y “poder defender a los desamparados”.
El actor había conocido el jueves, por los diarios, la noticia del ataque a Fátima, y no dudó en invertir el tiempo de su sábado -único día libre en las filmaciones de la novela “Los únicos”, que protagoniza- para viajar hasta La Plata a dar su apoyo a la pequeña. “Como paraguayo, nunca me sentí discriminado acá, pero quise venir a dar mi aliento y pretendo que mi presencia sirva para que quede claro que somos todos iguales. La culpa no es de los chicos, es de lo que aprenden en sus casas y en la escuela, adonde debería existir una materia que se llame ‘Igualdad’”, señaló el actor a Diagonales.
El actor había conocido el jueves, por los diarios, la noticia del ataque a Fátima, y no dudó en invertir el tiempo de su sábado -único día libre en las filmaciones de la novela “Los únicos”, que protagoniza- para viajar hasta La Plata a dar su apoyo a la pequeña. “Como paraguayo, nunca me sentí discriminado acá, pero quise venir a dar mi aliento y pretendo que mi presencia sirva para que quede claro que somos todos iguales. La culpa no es de los chicos, es de lo que aprenden en sus casas y en la escuela, adonde debería existir una materia que se llame ‘Igualdad’”, señaló el actor a Diagonales.
CONCIENTIZAR. “La Plata tiene una situación particular”, advirtió Pablo Roma, delegado del Inadi bonaerense, quien también concurrió al lugar. “Tiene mucha población extranjera que migró hacia el país recientemente, y se establecen en comunidades aisladas, no se mixturan con la población como sí sucede en el Conurbano”, reflexionó. Esta semana, después de ocurrido el incidente, entabló contacto con las autoridades de la escuela y definió que realizarán talleres sobre discriminación en esa comunidad educativa.
Feliciana, la abuela de Fátima, celebró ayer que comience la concientización y aprovechó la tarde para acercarle también a las autoridades y a Walter Pernas, del Ministerio de Justicia de la Nación, su histórico reclamo ante las dificultades que los paraguayos tienen para tramitar su DNI.
“Mi compañerita me humilló por ser paraguaya, y yo siempre le contesté que estoy orgullosa de serlo”, relataba ayer Fátima, mientras descubría los regalos que le dejaron los eventuales visitantes solidarios, entre ellos, una camiseta de la selección de su país. “En la escuela ya pedimos que pasen a la chiquita agresora a la tarde pero su mamá no responde los requerimientos de la Dirección”, apuntó Feliciana. El sol brindaba sus últimos rayos cuando la comitiva se retiró y el frío volvió a apoderarse del lugar. Volvió así, también, a reinar la soledad de siempre, en una comunidad que sufre por ser discriminada.
Talleres
Las autoridades de la Escuela 125, a dónde concurre Fátima y los compañeros que la agredieron, aceptaron hacer talleres sobre discriminación propuestos por el Inadi. Fuente El Argentina.
Feliciana, la abuela de Fátima, celebró ayer que comience la concientización y aprovechó la tarde para acercarle también a las autoridades y a Walter Pernas, del Ministerio de Justicia de la Nación, su histórico reclamo ante las dificultades que los paraguayos tienen para tramitar su DNI.
“Mi compañerita me humilló por ser paraguaya, y yo siempre le contesté que estoy orgullosa de serlo”, relataba ayer Fátima, mientras descubría los regalos que le dejaron los eventuales visitantes solidarios, entre ellos, una camiseta de la selección de su país. “En la escuela ya pedimos que pasen a la chiquita agresora a la tarde pero su mamá no responde los requerimientos de la Dirección”, apuntó Feliciana. El sol brindaba sus últimos rayos cuando la comitiva se retiró y el frío volvió a apoderarse del lugar. Volvió así, también, a reinar la soledad de siempre, en una comunidad que sufre por ser discriminada.
Talleres
Las autoridades de la Escuela 125, a dónde concurre Fátima y los compañeros que la agredieron, aceptaron hacer talleres sobre discriminación propuestos por el Inadi. Fuente El Argentina.
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