El Paraguay es uno de los países con mayor y más rica tradición folclórica en el mundo. Posee un inmenso caudal de sabiduría popular, que pervive a través del tiempo, gracias a la memoria colectiva, que unifica a todos los paraguayos en un mismo sentir, pensar y actuar, vivificando nuestras raíces históricas. Cada 22 de agosto se recuerda el “Día del Folklore paraguayo”.
La danza de la botella es una de las danzas más tradicionales de las bailarinas paraguayas
Folklore o folclore (aceptada por la Real Academia Española) que abrevia de alguna forma al término (saber del pueblo) fue utilizada por primera vez por el arqueólogo inglés William John Thoms (1803-1885), que con el seudónimo de Ambrose Merton, según una publicación de la revista londinense “Athenaeum”, del 22 de agosto de 1846.
La palabra está compuesta por dos voces inglesas “folk” (pueblo) y “lore” (saber, ciencia), para definir al saber popular, los conocimientos, usos y costumbres transmitidos de generación en generación; en definitiva lo que se transmite de boca en boca, que trasciende, se incorpora a nuestras costumbres y desconoce toda autoría.
La herencia cultural es lo que se denomina Folklore, que nos identifica como pueblo. Incluye también los conocimientos espirituales y materiales con aplicaciones prácticas en los distintos momentos de la vida de la comunidad. Es un factor de identidad nacional. Es anónimo, pero siempre vigente ya que perdura en la memoria popular.
Forman parte del Folklore, entre otros, los káso ñemombe’u como Perurima y Pychãichi, el arpa paraguaya, los mitos como el Jasy Jatere y el Luisõ, las leyendas como las de Ykua Bolaños y Ñandejára guasu, las supersticiones, los juegos, las religiosidades populares, las comidas tipicas, el tereré, la medicina natural, algunas artesanías, danzas, la música y el ñe’enga.
También forman parte del folklore nacional: el Ñandutí; este bordado esta inspirado en la tela de araña (ñandutí significa telaraña en Guaraní) según la leyenda. Cuenta además con el aho-poí, tela rustica bordado por artesanas muy habilidosas; únicas en el mundo; quienes hoy en día, conquistan los mercados internacionales, con calidad y buen gusto.
Los bordados, la cerámica, los sombreros de paja (Piri), las esculturas de madera, la plata y el oro afiligranados; forman parte de la gran variedad existente en la artesanía local.
Las confecciones de prendas de vestir en cuero; además de las carteras, las botas “hechas a mano” son muy apreciados por propios y turistas que admiran a diario los puestos de venta locales y compitiendo también en el exterior en muestras.
Las comunidades indígenas elaboran arcos y flechas, collares de plumas y otros numerosos productos originales. El arpa Paraguaya y las guitarras brindan a la música típica el toque justo para escucharla y bailarla en los numerosos festivales.
La guarania, música nativa suave y romántica es ejecutada por un trío integrado por un arpista y dos guitarristas. La orquesta típica paraguaya está compuesta, además del trío básico, de algunos violinistas, de un doble bajo y de un acordeonista.
Dentro de su gastronomía; cuenta con el típico y delicioso “Asado”, (carnes asadas a la parrilla que contienen costillas y filetes de carne de vaca, como así también; trozos de pollo, cordero y cerdo); acompañado con ensaladas mixta y la infaltable mandioca.
Tampoco faltan las deliciosas comidas típicas como el Bori-Bori; Mbeyú; el chipa soo (chipa con carne molida con condimentos como relleno); el pastel mandi’ó y muchos otros. Como bebida tradicional, está el tereré; (con infusión de remedios yuyos, agua fresca, yerba) para los días de calor; y el mate (infusión de remedios yuyos, agua hervida, yerba; para los días de frío.
La danza paraguaya en sus distintas manifestaciones (galopera, baile de la botella, solito, pericón, guyra-campana) forman parte de nuestro Folklore Nacional. El Folclore del Paraguay es uno de los tesoros más grandes con que cuenta la nación. Es uno de los más valiosos y únicos del mundo. Fuente IP Paraguay