El Paraguay bajo el gobierno de Lugo va
camino a su recta final. Definitivamente no logrará reducir la
pobreza pese a ser la administración que más dinero regaló por medio del
subsibio. Al contrario, los dos millones de pobres, si no hallan trabajo en
el lapso de un año, van camino a engrosar la lista de quienes viven en la
extrema miseria. Eso sí, éste gobierno pasará en la historia como uno de los
que más rápidamente logró enriquecer a sus más cercanos colaboradores.
Es una pena comprobar que el Gobierno que prometió el cambio vea terminar su tiempo de mandato sin hacer lo que debía hacer por los más carenciados del país. La única receta para salir de la pobreza es el trabajo digno para que las cabezas de familias puedan educar, vestir y dar de comer a sus hijos. Contrariamente, Lugo y su equipo prefirió la búsqueda del voto y comenzó a repartir subsidios olvidando la receta básica de que la pobreza se combate con empleo.
Ya en el primer trimestre del gobierno de Lugo se veía venir que la inversión privada
sería golpeada. Fue cuando quienes le votaron atacaron al símbolo de la agro
industrial: a Frutika, y luego al simbolo de la producción agrícola: al Grupo
Favero, como una forma de demostrar desacuerdo con quienes invierten y trabajan
en el Paraguay. Esos hechos fueron mensajes claros para quienes tenían ganas de
invertir en el país bajo el amparo del nuevo gobierno que asumía. Obviamente, la violencia
que veían hicieron que se instalaran en otras naciones.
Buscando el aplauso fácil, la suma de votos y la perversidad
de instalar un
ideología, comenzaron a repartir dinero. Los millones que se presupuestaron a
nombre de los pobres no lograron el objetivo. Ese dinero terminó, mayormente,
en el bolsillo del makatero, en el cajón del almacenero por la caña que logró vender y
poco o nada sirvió a las familias. Hasta logró afectar la cultura del trabajo, porque muchas familias
dejaron en segundo lugar sus chacras esperando sentado con las manos extendidas
que venga el dinero de Lugo.
Hoy los pobres en Paraguay siguen tan pobres como antes. La
única diferencia que logró el gobierno
de Alianza Patriótica para el Cambio es generar nuevos ricos. Ellos son quienes
rodean el Palacio de Gobierno. Vean cómo están algunos liberales luguistas.
Miren como están quienes hablan como izquierdistas y recaudan con la derecha.
Vean a otros de las otras agrupaciones cómo viven luego de pasar meses con
problemas para pagar la luz, el agua y hasta el pago por paternidad
responsable.
Es una pena lo que se desperdició y que éste gobierno ya no tiene condiciones de repararlo.
Más lamentable aún es ver que quienes dejaron a los luguista el país pobre, hoy
quieran venderse como la solución, más aún cuando vienen de la mano de personas
que estafaron al pueblo beneficiándose con dólares preferenciales. Desde
nuestro semanario alentamos al Paraguay a saber discernir y que en el 2013
hagamos la mejor elección en beneficio de esa gran franja de compatriotas que
necesitan. Fuente Neike
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