El cuento de la formalización ha sido la
excusa para el golpe maestro del sector agropecuario: quedarse con alrededor de
1 billón de guaraníes que debieron ingresar al
fisco. Esta es el único proceso de formalización en la historia económica del
Paraguay que ha dejado un enorme agujero fiscal.
La
historia comienza el 12 de abril del 2005. El ministro interino, Andreas
Neufeld, aprovechó la ausencia del entonces ministro Borda quien había viajado
para la asamblea de gobernadores del BID en Japón, firma el decreto 5.069 por
el cual extiende a los grandes productores agropecuarios un beneficio
establecido en la ley solamente para los medianos productores, y que consiste
en pagar el Imagro con los créditos de IVA compra.
A
su vuelta de Japón, unas semanas después,
el ministro Borda se alejaba del gabinete de
Nicanor sin dar mayores explicaciones. Asumía en su reemplazo, Ernst Bergen,
quien al igual que Neufeld y Nicanor pertenecían al grupo religioso Raíces.
Qué
casualidad.
Con
el cambio de gobierno, apenas tuvo lugar la asunción de Lugo,
lo primero que hizo Borda, en setiembre del 2008, fue dejar sin efecto el
decreto 5.069, pero el sector agropecuario ya había acumulado créditos
ilegítimos e ilegales por más de 1 billón de guaraníes según el propio Gerónimo
Bellasai.
La
fijación de impuestos, y su modificaciones, solamente pueden hacerse por ley
según la constitución Nacional. Esta es una atribución exclusiva del poder
legislativo. El artículo 179 de la Constitución expresa: “Todo tributo, cualquiera
sea la naturaleza o denominación será establecido exclusivamente por ley….”.
Así, como el legislativo es el creador del impuesto, es este órgano a quien
compete dejar sin efecto el mismo y no al ejecutivo.
Duarte
Frutos lo que hizo con el decreto 5.069 es devolver al productor el dinero pagado
en concepto de IVA en forma de créditos tributarios, que es equivalente a dinero en
efectivo a los fines del pago de impuestos. Es decir, eliminó la carga del IVA
a los grandes productores, lo cual fue abiertamente inconstitucional!.
EL
GOLPE
Sin
embargo, nadie dijo absolutamente nada. Hacienda había logrado vender la película de
que el decreto serviría para la formalización del sector agropecuario. Lo que
no explicó en ningún momento fue cual sería el resultado en
términos financieros para el fisco. En ese sentido, existen indicios serios
para creer que este blanqueo fue un tremendo agujero para las arcas fiscales.
La
puesta en marcha del cuestionado decreto ha tenido básicamente dos efectos.
Primero, en el sector INFORMAL, muchos productores empezaron a comprar legalmente
y consecuentemente se dio un aumento de la recaudación del IVA, pero todas
estas sumas ingresadas al fisco posteriormente fueron devueltas a los
productores en forma de crédito tributario, por lo que el aporte del IVA
debería ser contabilizado en CERO por Hacienda. Este crédito recuperado por los
productores son y siguen siendo aplicados al pago del Imagro, por lo que se da
un nuevo ingreso en concepto de IMAGRO para el fisco, que es en realidad como
debiera contabilizarse en Hacienda.
En
síntesis, el impacto del decreto en el sector INFORMAL, ha sido un aumento de
la recaudación fiscal.
Ahora,
lo que Hacienda no ha comentado nunca es que dicha norma también tendría un
impacto en el sector FORMAL. En este sector, los grandes productores venían
pagando el IMAGRO de su bolsillo hasta antes de la entrada en vigencia de la
normativa, pero con ella accedieron a créditos tributarios por sus IVA compra y
entonces pagaron y siguen pagando Imagro con créditos tributarios ya que
todavía cuentan con un remanente pese a que el decreto quedó sin efecto.
Es
decir, el impacto del decreto 5069 en el sector FORMAL de los grandes
productores agropecuarios fue que dejaron de ingresar millonarias
sumas en efectivo en concepto de Imagro. Se quedaron con el dinero del
fisco en sus bolsillos!.
La cifra de cuanto es el dinero PERDIDO por el fisco hasta hoy en esta operación de blanqueo debe saltar de la diferencia entre los nuevos ingresos generados por el sector INFORMAL que pasó a formalizarse y el dinero en efectivo que dejaron de ingresar los productores FORMALES.
Esto
es lo que se puede llamar, sin ninguna duda, un robo por decreto, que podría
superar los 200 millones de dólares al que la Fiscalía , la Procuraduría y
Hacienda prefieren hacer la vista gorda. Fuente Neike
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