Continúan las polémicas revelaciones producidas por las filtraciones de Wikileaks. Todas las informaciones recogidas por los EEUU y publicadas recientemente por el sitio web son reproducidas en este material.
La Casa Blanca pidió en el 2008 a su embajada en Asunción espiar al gobierno de Nicanor Duarte Frutos, según consta en un cable filtrado por Wikileaks. Entre otros datos, el gobierno de George Bush (h) pidió una lista de la “actividad de llamadas” en la que debía constar la fecha y hora de las llamadas realizadas por “líderes del gobierno paraguayo y líderes militares”.
El 24 de marzo del 2008, la Casa Blanca, sede del Gobierno de los EEUU, envió a su embajada de Asunción una nota, solicitando información sobre varios puntos de la vida política y económica del país.
En el inciso E del cable, publicado por Wikileaks y no desmentido por el Gobierno norteamericano, denominado “Infraestructura de Información y Telecomunicaciones”, solicita “información sobre hábitos en la comunicación de líderes del gobierno y las Fuerzas Armadas paraguaya”, además de “oficiales extranjeros clave en el país”, especialmente de diplomáticos procedentes de Cuba, Venezuela, Bolivia, Irán o China. También solicitaba lo mismo sobre entidades criminales presentes en el país.
Los datos solicitados por la Casa Blanca a sus diplomáticos en Asunción, en ese entonces encabezados por el embajador James Cason, incluían “actividad de llamadas”, con los datos específicos de la “fecha, hora, números de emisor, números del receptor”.
Entonces, el líder del Gobierno paraguayo era el presidente colorado Nicanor Duarte Frutos. Si los diplomáticos norteamericanos cumplieron con las directivas de la administración de Bush, tuvieron que conseguir el detalle de las llamadas realizadas o recibidas por el mandatario paraguayo.
Además, solicitaron “listados del uso de teléfonos y faxes” de los líderes del Gobierno y las demás personas citadas, sus “agendas telefónicas”, y, curiosamente, sus direcciones en la web, además de sus “nombres de usuario y contraseñas”.
OTRO PUNTO
Otro punto sobre el cual los EEUU solicitaron información a la Embajada de Asunción fue “identificar el alcance del encriptado de las telecomunicaciones paraguayas”, con “detalles en el uso y los esfuerzos para adquirir tecnologías modernas de telecomunicaciones”, así como la “estructura paraguaya de comunicación satelital” y “la infraestructura wireless del Paraguay, información de proveedores de celulares, y modelos de teléfonos celulares y sus sistemas operativos”.
OPINIÓN:
“Es un abierto espionaje”
- ROBERTO GONZÁLEZ, EX MINISTRO
El abogado Roberto González, ex ministro del interior y Defensa del gobierno de Nicanor Duarte Frutos, consideró que EEUU estaba llevando a cabo un trabajo de espionaje en el país que controlaba hasta las llamadas telefónicas que hacía el entonces presidente. “Si algún país con representación diplomática en nuestro país obtiene información por un medio no lícito, de una manera que riña con la Constitución Nacional y la ley de la República, es un abierto espionaje y no la simple colecta de informaciones”, dijo el ex secretario de Estado.
Indicó que todas las legaciones diplomáticas, incluso las de Paraguay, recolectan informaciones de los gobiernos en los que están asentados, pero lo hacen ajustándose a las leyes, dijo que cuando la recolección no se hace de manera pública, es ilegal.
El 24 de marzo del 2008, la Casa Blanca, sede del Gobierno de los EEUU, envió a su embajada de Asunción una nota, solicitando información sobre varios puntos de la vida política y económica del país.
En el inciso E del cable, publicado por Wikileaks y no desmentido por el Gobierno norteamericano, denominado “Infraestructura de Información y Telecomunicaciones”, solicita “información sobre hábitos en la comunicación de líderes del gobierno y las Fuerzas Armadas paraguaya”, además de “oficiales extranjeros clave en el país”, especialmente de diplomáticos procedentes de Cuba, Venezuela, Bolivia, Irán o China. También solicitaba lo mismo sobre entidades criminales presentes en el país.
Los datos solicitados por la Casa Blanca a sus diplomáticos en Asunción, en ese entonces encabezados por el embajador James Cason, incluían “actividad de llamadas”, con los datos específicos de la “fecha, hora, números de emisor, números del receptor”.
Entonces, el líder del Gobierno paraguayo era el presidente colorado Nicanor Duarte Frutos. Si los diplomáticos norteamericanos cumplieron con las directivas de la administración de Bush, tuvieron que conseguir el detalle de las llamadas realizadas o recibidas por el mandatario paraguayo.
Además, solicitaron “listados del uso de teléfonos y faxes” de los líderes del Gobierno y las demás personas citadas, sus “agendas telefónicas”, y, curiosamente, sus direcciones en la web, además de sus “nombres de usuario y contraseñas”.
OTRO PUNTO
Otro punto sobre el cual los EEUU solicitaron información a la Embajada de Asunción fue “identificar el alcance del encriptado de las telecomunicaciones paraguayas”, con “detalles en el uso y los esfuerzos para adquirir tecnologías modernas de telecomunicaciones”, así como la “estructura paraguaya de comunicación satelital” y “la infraestructura wireless del Paraguay, información de proveedores de celulares, y modelos de teléfonos celulares y sus sistemas operativos”.
OPINIÓN:
“Es un abierto espionaje”
- ROBERTO GONZÁLEZ, EX MINISTRO
El abogado Roberto González, ex ministro del interior y Defensa del gobierno de Nicanor Duarte Frutos, consideró que EEUU estaba llevando a cabo un trabajo de espionaje en el país que controlaba hasta las llamadas telefónicas que hacía el entonces presidente. “Si algún país con representación diplomática en nuestro país obtiene información por un medio no lícito, de una manera que riña con la Constitución Nacional y la ley de la República, es un abierto espionaje y no la simple colecta de informaciones”, dijo el ex secretario de Estado.
Indicó que todas las legaciones diplomáticas, incluso las de Paraguay, recolectan informaciones de los gobiernos en los que están asentados, pero lo hacen ajustándose a las leyes, dijo que cuando la recolección no se hace de manera pública, es ilegal.
Fuente. La Nación
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