SAN LORENZO. Martín Almada lamentó que en democracia no se haya hecho aún justicia por la muerte de su esposa, la profesora Celestina Pérez. Con su hijo Ricardo pegaron por el edificio donde funcionaba el colegio Alberdi cartel simbólico en su memoria.
Almada afirmó que reina la impunidad y por ello siguen gobernando en esta ciudad la familia Salomón y los nostálgicos de la dictadura, que no aportan nada a la sociedad y, por el contrario, esta ciudad no tiene el progreso que debiera. Sostiene que Felipe Salomón les delató ante el régimen dictatorial y le responsabiliza de la muerte de su esposa.
El edificio del ex colegio Alberdi está ubicado en España y Coronel Bogado, donde actualmente funciona una universidad privada. Almada comentó que el régimen dictatorial se apoderó del colegio propiedad de su familia porque enseñaban una educación liberadora. El fue apresado y torturado, ínterin en que su esposa falleció de un paro cardíaco luego de ser torturada sicológicamente.
“Nos robaron la alegría de estar juntos en estas fiestas de Navidad. Es un acto simbólico, de memoria, es un espacio de lucha política de libertad. En este local se llevó a cabo la primera experiencia de educación liberadora; hemos aplicado la teoría de Paulo Freire para que la gente tenga un pensamiento crítico”, resaltó.
Señaló que el pecado suyo y el de su esposa fue haberse adelantado a la época. “Las autoridades locales y nacionales vieron la experiencia como un peligro, una subversión total, porque el colegio Alberdi rompió con la monotonía de una educación mediocre que era lo que le gustaba al régimen”, acotó.
Recordó que luego de su apresamiento, su esposa fue sometida a torturas sicológicas. “Le hacían escuchar mis gritos y alaridos cuando me torturaban, para que confiese dónde estaban las supuestas armas, pero lo que teníamos eran libros y víveres de la cooperativa de educadores que estábamos formando”, afirmó.
Agregó que le llamaban a su esposa para que también confiese y luego le dijeron finalmente que su marido subversivo no aguantó y falleció, y eso le provocó un paro cardíaco y ningún doctor de la zona vino a auxiliarle por temor.
La única persona que intentó salvarle la vida fue la masajista Celsa Díaz y dos horas después de fallecida llegó el Dr. Gabriel Pellón y el único que levantó su voz de protesta fue el pa’i Páez, que está en la Recoleta y cuyo nombre no recordó.
Su hijo Ricardo Almada Pérez señaló que cuando su madre falleció se encontraba en Misiones, Argentina y que no le dejaron ingresar al país para asistir al entierro. Celestina nació en Roque González de Santa Cruz y murió en San Lorenzo, en el local del instituto “Juan Bautista Alberdi” el 5 de diciembre de 1974 a los 33 años. Almada dijo que fue Felipe Salomón el que les denunció ante la Policía stronista a su esposa Celestina y a él por subversivos. Fuente abc.color
El edificio del ex colegio Alberdi está ubicado en España y Coronel Bogado, donde actualmente funciona una universidad privada. Almada comentó que el régimen dictatorial se apoderó del colegio propiedad de su familia porque enseñaban una educación liberadora. El fue apresado y torturado, ínterin en que su esposa falleció de un paro cardíaco luego de ser torturada sicológicamente.
“Nos robaron la alegría de estar juntos en estas fiestas de Navidad. Es un acto simbólico, de memoria, es un espacio de lucha política de libertad. En este local se llevó a cabo la primera experiencia de educación liberadora; hemos aplicado la teoría de Paulo Freire para que la gente tenga un pensamiento crítico”, resaltó.
Señaló que el pecado suyo y el de su esposa fue haberse adelantado a la época. “Las autoridades locales y nacionales vieron la experiencia como un peligro, una subversión total, porque el colegio Alberdi rompió con la monotonía de una educación mediocre que era lo que le gustaba al régimen”, acotó.
Recordó que luego de su apresamiento, su esposa fue sometida a torturas sicológicas. “Le hacían escuchar mis gritos y alaridos cuando me torturaban, para que confiese dónde estaban las supuestas armas, pero lo que teníamos eran libros y víveres de la cooperativa de educadores que estábamos formando”, afirmó.
Agregó que le llamaban a su esposa para que también confiese y luego le dijeron finalmente que su marido subversivo no aguantó y falleció, y eso le provocó un paro cardíaco y ningún doctor de la zona vino a auxiliarle por temor.
La única persona que intentó salvarle la vida fue la masajista Celsa Díaz y dos horas después de fallecida llegó el Dr. Gabriel Pellón y el único que levantó su voz de protesta fue el pa’i Páez, que está en la Recoleta y cuyo nombre no recordó.
Su hijo Ricardo Almada Pérez señaló que cuando su madre falleció se encontraba en Misiones, Argentina y que no le dejaron ingresar al país para asistir al entierro. Celestina nació en Roque González de Santa Cruz y murió en San Lorenzo, en el local del instituto “Juan Bautista Alberdi” el 5 de diciembre de 1974 a los 33 años. Almada dijo que fue Felipe Salomón el que les denunció ante la Policía stronista a su esposa Celestina y a él por subversivos. Fuente abc.color
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