El Marzo Paraguayo fue una crisis política acaecida en Paraguay por causa del asesinato del entonces vicepresidente Luís María Argaña por parte de un comando paramilitar, el 23 de marzo de 1999. De este hecho la oposición responsabilizó inicialmente al presidente de ese momento, Raúl Cubas Grau y también al hombre fuerte de la política paraguaya de ese entonces, Lino César Oviedo. El magnicidio de Argaña provocó una serie de manifestaciones de opositores y adherentes a Oviedo y al gobierno de Cubas, que desembocó en la Masacre del Marzo Paraguayo en la que murieron siete manifestantes contrarios al gobierno de ese momento, lo cual produjo la renuncia de Cubas a la presidencia.
Por. Domingo Cabañas
En la mañana del martes 23 de marzo de 1999, a esos de las 7:00 hs, el vicepresidente Luís María Argaña se desplazaba de su residencia al palacio de gobierno, cuando su vehículo fue interceptado por un vehículo particular en el que se desplazaba un comando paramilitar y en la calle "diagonal Molas López" de Asunción, fue acribillado junto con su chofer y un guardia personal, que sobreviviría al ataque.
El hecho conmovió al país y en la noche se produjo una manifestación de los adherentes de Argaña junto con los opositores al gobierno de Raúl Cubas Grau que fue reprimida por la policía nacional paraguaya.
Una agrupación multisectorial de jóvenes que contaba con la participación de organizaciones como Jóvenes Por la Democracia, Paraguay Jaipotava(El Paraguay que Queremos), Parlamento Joven, y el movimiento colorado que apoyaba a Argaña, Reconciliación Colorada(históricamente vinculado con altas autoridades de la dictadura de Alfredo Stroessner) También estuvieron presentes la Pastoral Social de la Iglesia Católica paraguaya, estudiantes de la Facultad de Filosofía de la Universidad Nacional de Asunción y algunos sindicatos paraguayos.
En la noche del 25 y madrugada del 26 de marzo se produjo lo que se conoce como. La Masacre del Marzo Paraguayo donde siete manifestantes, opositores a Oviedo, fueron asesinados por francotiradores.
El proceso judicial posterior determinó que los disparos provenieron de adherentes de Oviedo y Cubas, entre ellos Walter Gamarra, funcionario gubernamental en ese momento, filmado al disparar contra los manifestantes, además de muchos otros francotiradores que dispararon desde los edificios adyacentes a las plazas del congreso paraguayo.
El jefe de policía de ese momento, Niño Trinidad Ruiz Díaz, fue condenado judicialmente por ordenar el abandono policial de la plaza y por no responder inmediatamente a los pedidos de auxilio de los manifestantes y congresistas opositores; ya que la jefatura de la Policía Nacional está en frente de las plazas del Congreso.
En el proceso judicial sobre la masacre, Carlos Cubas, hermano del entonces presidente Cubas y nombrado Ministro del Interior urgentemente ante la muerte de Argaña, testificó que al reunirse con Trinidad Ruiz Díaz, este estaba recibiendo órdenes telefónicas de Oviedo.
Ante la masacre, el hasta ese momento presidente, Cubas ordenó el desalojo de las plazas del congreso y la ubicación de un contingente de la infantería de marina paraguaya, cuerpo militar que no simpatizaba con Oviedo.
Esta decisión se logró luego de intensas presiones diplomáticas, especialmente de la Iglesia Católica, del gobierno estadounidense de Bill Clinton a través de su embajadora, Maura Harty y del gobierno brasilero de Fernando Henrique Cardoso
Ante la perspectiva de una guerra civil de gran envergadura, el presidente Cubas renunció al atardecer del 27 de marzo y partió al exilio en Brasil. Oviedo escapó a la Argentina donde obtuvo asilo político del gobierno de Carlos Menem.
Posteriormente, en la noche del 27 de marzo, Luís Ángel González Macchi, un colorado opositor a Cubas, juró como presidente. González Macchi ofreció posiciones de gabinete en su gobierno a representantes de los tres mayores partidos políticos en un intento por crear un gobierno de coalición.
Variaciones en el Proceso Judicial
Un juez de segunda instancia opinó que no se sabe de donde provinieron los disparos esa noche. Gladys Bernal, madre de uno de los asesinados, manifestó que no nos extrañaría que esta negociación incluya también a Wálter Gamarra, que tiene 25 años de cárcel en relación a lo que Félix Argaña, hijo del vicepresidente asesinado, manifiesta afirmando.
Creo que nadie duda que haya un acuerdo político detrás de todo esto; tanto colorados oficialistas como disidentes; inclusive el propio Nicanor le pondera en público a Oviedo, y Oviedo le devuelve la gentileza en su convención, poniendo a Nicanor en un letrero con smoking. Lo mismo expresan otros referentes de la sociedad civil y política de Paraguay, sorprendidos que luego de nueve años de proceso, repentinamente se absuelve a muchos de los involucrados en la masacre.
El entonces aspirante presidencial Fernando Lugo, acusó al presidente Nicanor Duarte Frutos de haber metido la mano en la Justicia para el sobreseimiento de los oviedistas acusados por la matanza del marzo paraguayo. El Ejecutivo tiene bastante relación de influencia en el Poder Judicial", aseguró.
Lugo no dudó en expresar que "llama la atención" que casi 20 días después que Oviedo haya salido en libertad de la cárcel de Viñas Cue, salga el fallo del Tribunal que absuelve a oviedistas por la matanza del marzo paraguayo.
Dijo que esto no hace otra cosa que "confirmar la hipótesis de que la liberación de Oviedo formaba parte de un paquete de negociación" entre el oviedismo y el oficialismo colorado.
Los absueltos
Un total de 25 personas, adherentes de Lino Oviedo, que habían sido acusadas por la matanza de jóvenes en el marzo paraguayo, fueron absueltas por el Tribunal de Apelación segunda sala. A ocho de los 25 se le revocó la condena y a 17 se le sobreseyó.
Entre los absueltos están el senador Enrique González Quintana, el ex senador Octavio Gómez y su hijo Nardo, el ex militar Alfredo Florenciáñez, Carlos Duria, la ex directora de Correos Mabel Escobar, Aída Aquino y Eduardo Meyer.
Fueron sobreseídos el senador Amado Yambay, Richard Gómez, Carlos Cubas, Atilio Monges, Luís Sarquis, Séver Monges, Roberto González, Gustavo Cubilla, Juan Félix García, César Durán, Derlis Dávalos, Moisés Adler, Miguel Monges, Rubén Leiva, Alejo Monges, Arcadio Dávalos y Carlos Maggi.
Es preciso considerar que los paraguayos tienen el derecho de conocer la historia real del marzo paraguayo, al sostener que existe una versión oficial y otra versión subterránea de los hechos y que la historia oficial tiene muchas mentiras ya que se ha debilitado en estos últimos años y por eso aparece esta nueva versión.
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