En su
editorial del domingo se lanzó contra la Coordinadora de Derechos Humanos del Paraguay (CODEHUPY) porque esta institución se mostró contra la
militarización del Norte del país por la posible vulneración de garantías
elementales de comunidades enteras. El
escrito tiene una construcción semántica que nos recuerda a medios de la
dictadura stronista como Diario Patria o La Voz del Coloradismo. Cuando la
dictadura quería atacar a algún sector crítico la primera instancia que
utilizaba era la de sus medios, que salían a vincular al sector con un “enemigo
interno”, cuando entonces “el comunismo”.
Editorial del diario abc color. Fuente: E’a
El diario ABC Color dedicó su editorial de ayer a
defensores de Derechos Humanos del país, específicamente atacó a la Codehupy,
capítulo paraguayo de la Plataforma Interamericana de Derechos Humanos,
Democracia y Desarrollo. También a su secretario general Enrique Gauto y el
defensor de derechos humanos Abel Irala, uno de los voceros del Servicio Paz y
Justicia-Paraguay (SERPAJ-PY).
Hoy ABC Color utiliza una técnica similar vinculando a la Codehupy al “bolivarianismo chavista”, en una abierta actitud de persecución ideológica y proclive a fomentar una cultura de justificación de cualquier futuro ataque a defensores de derechos humanos.
Justamente el artículo de
ABC Color se da en un clima de intolerancia creciente hacia defensores y
defensoras de derechos humanos “por no pronunciarse ante crímenes del EPP”.
Como parte de ese clima mencionado, la semana pasada el local de la CODEHUPY
fue rodeado por patrulleras de la policía durante una reunión.
“La parcialidad de la
Codehupy como defensora de los derechos humanos raya en el cinismo. Por una
parte, sus dirigentes acostumbran denunciar solo los atropellos a derechos
humanos que afectan a sus intereses sectarios o a individuos que comulgan con
su ideología extremista, por irrelevantes que sean los mismos, mientras que,
por otra, sospechosamente callan graves violaciones contra ciudadanos comunes
sin nexos ideológicos con ellos.
Así, con frecuencia, el
“descuereo” de un cadete de la Academia Militar les resulta más relevante que
el asesinato de humildes guardabosques de las reservas protegidas a manos de
“carperos” ideológicamente exaltados. De igual forma, ignoraron olímpicamente
la reciente masacre de cuatro peones de estancia y un policía en Tacuatí”,
expresa un párrafo del editorial.
Como bien lo saben los
medios de prensa, a nivel mundial, organizaciones como la Codehupy enfocan su
trabajo entorno al actuar del Estado, por ser estos quienes deben garantizar en
el terreno operativo la vigencia de los derechos humanos. Sin embargo, el
Estado paraguayo no sólo no ha mostrado la voluntad de garantizarlos sino que
en varios momentos se convirtió en el propio cercenador (por omisión o por
acción) de estos derechos.
A este debate tan
necesario en estos tiempos son claras las palabras de otra defensora local de
derechos humanos, Clyde Soto, que explica: “…Las organizaciones y personas
defensoras de derechos humanos están pendientes no de los hechos punibles
cometidos por particulares, sino de lo que el Estado hace, de cómo lo hace y de
lo que no hace al respecto. Además, están preocupadas de que no sea el mismo
Estado, a través de sus agentes y de sus normas, el que viola los derechos
humanos”.
El editorial de ABC se
titula “La doble cara de los bolivarianos vernáculos” y se caracteriza por
atacar tanto a defensores de DDHH como a parlamentarios del Frente Guasu,
Avanza País, Encuentro Nacional y Partido Democrático Progresista, por oponerse
a la modificación de la ley de Defensa.
También acusa de ser
seguidores de Fernando Lugo y de cinismo, pues sí estuvieron contra la
mencionada modificación pero nunca se manifestaron contra “la politización
ideológica de los militares en Venezuela y Bolivia”
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