Maquinaria de Paraguay trabaja sin pausas en el canal paraguayo. Esta fotografía fue tomada a 16 km de la embocadura. El agua ingresa sin inconvenientes a nuestro territorio.
La acusación de la Defensoría del Pueblo de Formosa movió a Buenos Aires a solicitar explicaciones a nuestro país, en procura de determinar la veracidad de la denuncia.
El embajador argentino Rafael Romá confirmó en la tarde de ayer que aguarda una rápida solución al inconveniente generado entre su país y Paraguay.
En declaraciones a la 780 AM dijo: “No intentamos generar un conflicto bélico”, en referencia a la denuncia de la Defensoría del Pueblo de Formosa.
Indicó además que ayer se reunieron en Buenos Aires representantes de Paraguay y Argentina, en procura de buscar una solución.
En opinión del embajador Romá, “si llegó a producirse un desvío irregular, esperamos que lo podamos reparar rápidamente”.
Siguiendo con sus declaraciones, dijo que “en caso de confirmarse la irregularidad, esperamos que Paraguay solucione el inconveniente, así como Argentina hizo lo propio el año pasado, cuando fue denunciada por construir canales irregulares en el cauce hídrico”.
La denuncia tomó estado público ante la intervención del Ministerio Público formoseño.
Denuncia falsa
El canal paraguayo no tiene ninguna irregularidad, tal como pudimos observar en la zona de la embocadura hace un par de semanas, mientras tomábamos rumbo a Iquique (Chile).
El acuerdo establecido en la Comisión Bilateral del Pilcomayo establece que tanto Argentina como Paraguay tienen derecho a establecer sus respectivos canales en un área que gire como máximo dos kilómetros alrededor de la zona de taponamiento.
Paraguay no construyó ningún canal nuevo, lo que está haciendo en este momento es una limpieza y rehabilitación del canal existente, en procura de captar la mayor cantidad posible de agua del Pilcomayo, en su actual período de crecida.
El fenómeno que sí se registró es el taponamiento de la embocadura, lo que obligó a nuestro país a abrir una nueva boca, ubicada a 400 metros aproximadamente del sitio anterior.
La nueva embocadura se encuentra terminada, equipos anfibios y excavadoras convencionales trabajaron contrarreloj para culminar las tareas. Es más, este año se comenzó a trabajar con retraso ante la burocracia reinante en el Ministerio de Obras Públicas.
Problemas con el canal argentino
En el verano anterior, el canal argentino quedó completamente taponado. Desapareció de la faz de la tierra, cubierto por miles de metros cúbicos de sedimentos.
Por este motivo, el Pilcomayo ingresó prácticamente en su totalidad en nuestro territorio. Las aguas erosionaron el suelo y nuestro conducto se profundizó.
El año pasado, Argentina no limpió la embocadura de su canal y tampoco trabajó por la limpieza del tramo interior.
Perdieron su canal por desidia, por no cumplir el cronograma de limpieza anual. Esto significó que Paraguay tuvo que recibir la totalidad de los sedimentos transportados por el río.
Al llegar a la zona de la embocadura, observamos que una solitaria excavadora anfibia Kori, propiedad de una empresa privada argentina, intentaba reabrir la embocadura formoseña.
Este año volverán a tener problemas: el canal argentino está diseñado contra corriente y tiene forma de S; es decir, las curvas harán que la velocidad del río disminuya y los sedimentos se depositen nuevamente en el lugar.
La denuncia argentina es falsa: Formosa no realizó sus tareas en tiempo y forma. Opta por abrir el paraguas ante un fracaso que se anuncia en su canal. Fuente ABC. Color
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