El
nieto del dictador y sus defensores se jactan de que tiene las manos “limpias”.
Sin embargo, un informe de la Comisión de Verdad y Justicia lo involucra en un
asesinato. Quisieron hacerlo quedar como accidente de tránsito, pero la bala en
la cabeza y los rastros de tortura en los restos del estudiante Rodolfo
González Rojas sacaron los hechos a la luz.
Goli
Stroessner, reivindicando la figura del dictador que hizo torturas y
desaparecer a unas 20 mil personas. Fuente ea.com.py
El presidente Horacio
Cartes afirmó que le tiene una alta “estima” al nieto del dictador Alfredo
Stroessner. Los sectores que defienden al ex senador Alfredo Gustavo “Goli”
Stroessner Domínguez, actual candidato a ocupar la representación paraguaya en
la Organización de Naciones Unidas (ONU), aseguran que el mismo no tiene la
culpa ni responsabilidad de las atrocidades cometidas por su abuelo.
Sin embargo, varios hechos
lo involucran en actividades que apañaron las actividades delictivas de su
abuelo. “Goli” fue parte de la operación de blanqueo de los bienes que el
dictador usurpó al Estado paraguayo, así también está involucrado directamente
en un presunto caso de asesinato.
Que parezca un accidente
Según registros de la Comisión de Verdad y Justicia, Goli estaría involucrado
en el asesinato de Rodolfo González Rojas, un joven de 26
años de edad, soltero, estudiante del tercer año de Derecho en la Universidad
Nacional de Asunción, además era dirigente del movimiento antidictatorial
Frente de Estudiantes de Derecho (FED).
A las 5 de la mañana del
10 de abril de 1986, le comunican a la familia que Rodolfo había tenido un “accidente
de tránsito” que le produjo la muerte. Unos días antes de su fallecimiento,
Rodolfo tuvo una áspera discusión con el nieto del dictador, Alfredo “Goli”
Domínguez Stroessner -quien luego invertiría su apellido-, a quien le habría
gritado que su abuelo era un dictador.
En la noche del 9 de abril
de 1986 Rodolfo había salido como siempre hacia la facultad, no regresando a
dormir, lo cual llamó la atención de sus familiares.
Raramente, el Dr. René
Molinas, en su peritaje como médico del Policlínico Policial “Rigoberto
Caballero”, obvió que Rodolfo tenía alojado en la cabeza una bala calibre 22 y
un golpe que le produjo fractura de la base del cráneo, además de otros signos
de tortura y heridas que no eran producto del accidente, como primeramente
calificó el galeno, según el informe de la CVJ. Esto fue desmentido en la
posterior autopsia practicada por el Dr. José Bellasai, quien representaba a la
facultad de medicina de la UNA.
Un soldadito que estaba de
guardia cerca del lugar del supuesto accidente, había relatado cómo el
escarabajo de Rodolfo era empujado hasta hacerlo chocar contra un naranjo, el
primer vecino que auxilió y trasladó al policlínico a Rodolfo, dijo que aún
respiraba, pero que en el trayecto falleció, este hecho ocurrió en las calles
25 de Mayo y Eligio Ayala de la ciudad de Asunción.
El caso nunca fue
esclarecido. Los datos aportados por la CVJ corresponden a recopilaciones de
publicaciones bibliográficas y periodísticas en donde consta la denuncia de
familiares y compañeros de Rodolfo González Rojas.
La Comisión de Verdad y
Justicia considera confirmada la denuncia sobre la ejecución extrajudicial de
Rodolfo González Rojas.
Operación blanqueo
Alfredo “Goli” Stroessner
junto a sus hermanos Diego y Humberto, se hicieron herederos de la
fortuna usurpada al Estado por el dictador, por medio de una operación de
blanqueo.
Ante el inminente embargo
de sus bienes en 1994, el exiliado dictador Alfredo Stroessner otorgó un poder
especial a su nieto Alfredo Gustavo Stroessner Domínguez (Goli) para vender las
propiedades que estaban a su nombre a la firma Sur Inmobiliaria, representada
entonces supuestamente por Pascual Ros Orts y Geoffry Lloyd Bishop.
En corto plazo, la empresa
blanqueadora pasó a manos de los nietos, obteniendo Goli Stroessner la
presidencia de la misma, mientras la Vicepresidencia cayó en manos de Diego
Domínguez Stroessner y Humberto se quedó como uno de los directores titulares
junto a su hermana Graciela. La empresa fijó como capital social G.
3.500.000.000.
Los implicados fueron
denunciados ante la Fiscalía por el defensor de derechos humanos y víctima de
la dictadura Martín Almada, por asociación ilícita para delinquir, producción
de documentos públicos de contenido falso y ocultación de bienes.
La misma quedó estancada
en el Ministerio Público, fue archivada por un juez. Varios bienes adjudicados
por Alfredo Stroessner son de entidades públicas como la Comisión de
Administración Puerto Stroessner, creada durante su régimen.
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